Mensaje radial de Monseñor Juan de Dios Hernández Ruiz, SJ, obispo de Pinar del Río, el domingo 19 de mayo de 2024, Fiesta de Pentecostés

Queridos hijos e hijas, les habla su obispo, Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz, y me siento muy feliz de volver a encontrarnos.

Hoy celebramos la solemnidad de Pentecostés, y el evangelista Juan presenta la venida del Espíritu Santo como Abogado defensor enviado generosamente por el Padre. Es el mayor regalo que el Señor hace a sus discípulos, a la comunidad. Espíritu de verdad que los instruirá para que puedan llegar a comprender la verdad plena. Él les dará la fuerza y sabiduría necesarias para proclamar con valentía la buena noticia a todos los rincones del mundo.

La misión del Espíritu, del Abogado, es ayudarnos a comprender todo el mensaje de Jesús y ponerlo en práctica siendo auténticos testigos suyos. Este Espíritu es el que da fuerza a la Iglesia en general y a cada uno de los cristianos en particular a seguir proclamando el mensaje liberador de Jesucristo en este mundo nuestro necesitado de esperanza e ilusión. El que empuja a miles de hombres y mujeres a dedicar sus vidas en la construcción de un mundo más fraterno, solidario y justo como lo soñaba Jesús.

Hoy, el Señor nos invita a estar atentos a su palabra, a sus inspiraciones para poder ser verdaderos discípulos misioneros en medio del mundo y, de esa manera, poder dar testimonio.

¿Qué tan atentos estamos a sus inspiraciones? Necesitamos pedir al Señor que nos ayude a silenciar el corazón; que podamos ver como Él ve, oír como Él oye; que sintamos su mano amorosa que nos toma, nos lleva a contemplar su infinita misericordia y nos guía siempre en el buen camino.

¿Y cómo podemos dar testimonio? Es muy simple, siendo coherente con nuestro estado de vida, con nuestra vocación, viviendo las bienaventuranzas, pero no como un precepto que nos restringe, que nos coarta la libertad, sino que nos hace verdaderamente libres.

En medio de las ocupaciones de cada día es el momento que Dios se vale para ofrecernos un medio de santificación, es allí donde tenemos la oportunidad de glorificar a Dios con nuestra vida. Que todo lo que hagamos sea un verdadero ofrecimiento, una verdadera liturgia.

Pidamos al Señor que envié su Espíritu sobre cada uno de nosotros para que nuestros corazones ardan de amor, que ese calor, ese ardor, sea el motivo central de nuestros días, que nos lleve a dar todo por Él, que no nos guardemos nada, que amemos como Él nos ama.

«“Alégrense y regocíjense”, dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: “Camina en mi presencia y sé perfecto”». (Exhortación Apostólica del Papa Francisco Gaudete et exsultate, n. 1).

Que María de la Caridad nos acompañe siempre.

Un comentario sobre “Mensaje radial de Monseñor Juan de Dios Hernández Ruiz, SJ, obispo de Pinar del Río, el domingo 19 de mayo de 2024, Fiesta de Pentecostés

  1. Neidys Gracias por las oraciones FELIZ y SANTO PENTECOSTES GRACIAS Unidos en el Corazón de Nuestra Madre, y con Ella al pie de su Hijo sediento en la Cruz Ese, que no cabe en lo máximo, habita en lo mínimo. Autor desconocido AMDG Saludos René HORIZONTESDECRISTIANDAD.ORG TODOCATOLICO.ORG TWEETER @todocatolicoO

    “Prefiero una Iglesia herida, accidentada, manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por la comodidad y el encierro de aferrarse a sus propias seguridades” (“Evangelii Gaudium,” 49).


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